UN CONVERSAO CON MELIDA
Pide a Dios por la paz
Son las 5:35 de la madrugada, Melida se incorpora rápidamente en su cama, mira el reloj con preocupación. No es la hora que acostumbra a levantarse.
Realiza su aseo personal con torpeza. Enciende la radio, mientras prepara su café escucha: “mataron a 5 jóvenes en santiago”. Una balacera en capotillo deja el saldo de 2 muertos, con manos temblorosa baja el volumen y dice: Que será de nosotros!!!, enciende la televisor y ve atónita la imagen de una mujer agonizando en una calle de
boca chica, fua, se ha ido la luz.
Endulza el café en su jarro, se sienta en su mecedora, abre el periódico y exclama: esto se ha convertido en un país manejado por delincuentes!!!.
Se cambia y cruza la calle, entra rápidamente a la Iglesia, la campanita del sacristán anuncia que la misa va a comenzar en la mercedes.
Con lagrimas en los ojos pide a Dios por la paz de todos nosotros.
Son las 5:35 de la madrugada, Melida se incorpora rápidamente en su cama, mira el reloj con preocupación. No es la hora que acostumbra a levantarse.
Realiza su aseo personal con torpeza. Enciende la radio, mientras prepara su café escucha: “mataron a 5 jóvenes en santiago”. Una balacera en capotillo deja el saldo de 2 muertos, con manos temblorosa baja el volumen y dice: Que será de nosotros!!!, enciende la televisor y ve atónita la imagen de una mujer agonizando en una calle de
boca chica, fua, se ha ido la luz.
Endulza el café en su jarro, se sienta en su mecedora, abre el periódico y exclama: esto se ha convertido en un país manejado por delincuentes!!!.
Se cambia y cruza la calle, entra rápidamente a la Iglesia, la campanita del sacristán anuncia que la misa va a comenzar en la mercedes.
Con lagrimas en los ojos pide a Dios por la paz de todos nosotros.
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