La Puerta De Cholo

Detrás del Telón

Por: Iván

LOS HÉROES EN NUESTRA DRAMATURGIA

Luego del extenso trabajo de “Chispas de Historia”, en el cual me referí a mi estudio sobre la clasificación de las obras dramáticas locales según su intención y su estilo, hoy inicio un estudio, no tan largo sobre la significación de la heroicidad en los escritos dramáticos dominicanos.

Sólo con conocer superficialmente la historia dominicana, ésta nos comunica pesadamente cuál ha sido la suerte de nuestros héroes.

Para precisar un tanto, me refiero a personas como Guarocuya[1], Lemba[2], Juan Pablo Duarte[3],Francisco del Rosario Sánchez[4] y las demás víctimas de Santana y los otros, Gregorio Urbano Gilbert[5], las Mirabal[6], Manolo Tavárez[7], Francisco Alberto Caamaño Deñó[8] e inclusive nuestro Narcisazo[9].

De estos intentos libertarios, llevados hasta los terrenos de la tragedia, puede que se desprenda una imagen peyorativa de la heroicidad en general, y en particular, de la calidad del dominicano como ser socialmente responsable.

Han sido muchas las veces que he escuchado, en todos los niveles de la sociedad, que “esa gente”, los patriotas, traen mala suerte, o que por lo menos, fueron unos buenos pendejos.

Con este desdibujamiento, colaboran, actualmente, y desde hace tiempo, los cómicos de radio y televisión, que nos pintan a los dominicanos como cobardes, irresponsables, oportunistas, borrachones, ladrones, maricones y demás etcéteras negativos.

Un tercer elemento detrimentoso tiene que ver con el sectarismo racial que, por un lado nos “europeíza”; por otro nos “africaniza”; y, por si esto fuera poco, en una tercera opción nos “tainiza”. Como si no fuéramos sana y jugosa mezcla que promete futuros brillantes. Para cada uno de estos enfoques, el héroe deberá pertenecer a su “raza”; los demás sólo pueden ser traidores o idiotas.

Además, como último aspecto en el ámbito del “no”, está la identificación del carácter popular con la chabacanería o la vulgaridad. Como si lo único que nos identificara fueran los vicios de la peor calaña en nuestra vida conglomeraria.

Nuestro arte, en general, y el teatro, en el particular que nos interesa en este momento, mayormente, no han logrado a escaparse de esa concepción enfermizante y parcializada de nuestra naturaleza y potencialidad como nación.

Hasta la próxima semana.

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[1] Guarocuya fue un cacique taíno, que gobernaba el Cacicazgo El Marién, uno de los 5 grandes cacicazgos de la isla de Quisqueya o Haití, sobrino o pariente de Anacaona, que según algunos historiadores fue llamado tambiénEnriquillo, pero que según otros, nunca llevó ese nombre, si no que fue otro personaje histórico. Don Antonio de Herrera, en su "Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano", nos dice: "Los demás que de este caso escaparon procuraron de ir huyendo adonde mejor les pareció que se podrían salvar; y entre ellos fue sobrino de Anacaona, llamado Guarocuya, y con los que le quisieron seguir se metió en las sierras de Bahoruco, que está frontera de aquella provincia, a la parte de la mar, la vuelta del sur, adonde fue preso." Fue ahorcado en Bonao.

[2] Sebastián Lemba fue un dirigente negro antiesclavista que lideró una prolongada rebelión contra la esclavitud en la isla La Española y que murió aproximadamente en el 1547. A estos negros sublevados se le llamaban "Cimarrones". No se sabe a ciencia cierta cuándo nació. Pero si se sabe que fue en África, probablemente miembro de la tribu de los lemba, de donde quizá provenga su apellido. Cuando era aún joven, lo capturaron en sutiera y lo llevaron a La Española aproximadamente en el año 1525. Debido al maltrato que se les daba a los esclavos, él y un grupo de esclavos se alzaron aproximadamente en el año 1532. Escapó y marchó a la montaña y durante unos 15 años combatió las autoridades españolas. A ‘él y a su grupo se le fueron uniendo otros esclavos hasta un posible número de 400 hombres. Lemba dirigía a esos hombres como si fuera un ejército. Iban a cualquier poblado, atacaban a los españoles y libertaban a otros esclavos. Sus palenques estuvieron en Higuey, Azua, San Juan de la Maguana y Bahoruco; pero s e movían por toda Ia isla. Finalmente, el 17 de septiembre de 1547 fue capturado en algún lugar del Sur del país y fue llevado a Santo Domingo, y se le dio muerte en una de las puertas de las murallas entre el Fuerte de San Gil y la Puerta del Conde, a la que se llamó por un tiempo “La Puerta de Lemba”.

[3] Juan Pablo Duarte y Díez, nació en Santo Domingo el 26 de enero del 1813 y falleció en Caracas, Venezuela el 15 de julio de 1876. Junto a Francisco Sánchez del Rosario y Matías Ramón Mella, es uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana. Incomprendido y temido por su férrea moral, en tres ocasiones probó el destierro en el cual pasó la mayir parte de su vida. Murió fuera de la Patria que él había concebido y cuya liberación había dirigido y logrado.

[4] Francisco Sánchez del Rosario, nació en Santo Domingo el 9 de marzo del 1817 y falleció el 4 de julio del 1861. Ausente Duarte del país por su exilio asume la dirección del movimiento independentista la Trinitaria y la noche del 27 en la puerta de El Conde encabeza las actividades libertarias. Establecida la República será enviado al exilio por Santana, y cuando es proclamada la Anexión a España por éste encabeza la Junta Revolucionaria de la Regeneración Dominicana e inicia la invasión al territorio dominicano. Cae en una emboscada en San Juan de la Maguana. Un tribunal sin autoridad legal o militar le hace juicio y le condena a muerte. Aunque en el juicio asumió la responsabilidad de los hechos y pidió clemencia para sus subalternos, murió fusilado junto a sus compañeros de lucha a las cuatro de la tarde, en el cementerio de San Juan de la Maguana.

[5] Gregorio Urbano Gilbert Suero, nació en Puerto Plata el 25 de mayo de 1898 y falleció el 29 de Noviembre de 1970. Desde muy joven, fue a residir en San Pedro de Macorís. Cuando se produjo la intervención norteamericana en el 1916 fue uno de los primeros que ofrecieron sus servicios a la Junta Nacionalista creada en para protestar de la ocupación extranjera. Al no ver acción inmediata se hizo de un pequeño revólver calibre 32 y se dirigió al muelle. Escribió en un papel que luego introdujo en su bolsillo de su chaqueta: “Muero, pero satisfecho porque es un acto de protesta contra la invasión de mi patria por fuerzas extranjeras”. Minutos después al grito de “¡Viva la República Dominicana!” descarga su revólver sobre un grupo de oficiales que desembarcaban y logra ultimar a un oficial norteamericano. Sale ileso de esta balacera y perseguido por las tropas norteamericanas se une a las fuerzas guerrilleras comandadas por Vicente Evangelista. Después que este grupo fuera desarticulado, se instaló en la ciudad de Monte Cristi donde trabajó en una imprenta, hasta que fue delatado. Apresado por los norteamericanos, fue sometido a severos interrogatorios y lo encerraron en un hoyo de 25 pies de profundidad. Luego se le condujo a Santo Domingo, donde fue condenado a ser colgado vivo hasta que muriera. Las reiteradas demandas de que le fuera conmutada la pena formulada por personalidades nacionales, lograron cambiar la sentencia por prisión perpetua. En el 1922 fue puesto en libertad. Abandonó luego el país y se integró a las guerrillas nicaragüenses de César Augusto Sandino que luchaban contra las tropas norteamericanas. Allí ostentó el grado de capitán. Luego regresó a la República Dominicana. En 1956 se doctoró en Filosofía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Y murió desconocido sin que nadie apreciara su entereza.

[6] Las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y MaríaTeresa se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Condenadas a prisión junto a sus esposos, en un artero acto de piedad del tirano fueron puestas en libertad. Aprovechando una de las visitas regulares a sus consortes, fueron interceptadas y asesinadas en una carretera desolada, junto al valiente amigo que las conducía, Rufino de la Cruz. Aunque se convirtieron en símbolos y causas del final de la tiranía, sus asesinos intelectuales y de facto luego de condenados fueron puestos en libertad.

[7] Manuel Aurelio Tavárez Justo, Manolo, nació en Monte Cristi, 2 de enero de 1931 y falleció el 21 de diciembre de1963. Fue un abogado, dirigente político y revolucionario dominicano. Encontrándose prisionero en la Cárcel de Puerto Plata en 1960, su esposa Minerva Mirabal fue asesinada, junto a otras dos hermanas por miembros de los Servicio de Inteligencia Militar (SIM), cuando salían de visitarle a la cárcel. Al finalizar la dictadura, con la muerte de Rafael Leonidas Trujillo en 1961 fue excarcelado, procediendo de inmediato a dirigir la lucha contra los remanentes de la tiranía y a reorganizar su agrupación política, la que convirtió en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. El 21 de noviembre de 1963, él y su grupo se levantan en armas en las montañas dominicanas en guerra abierta contra un ilegal triunvirato. Fue aprisionado y fusilado en la sección Las Manaclas de San José de las Matas en la Cordillera Central. Sus ejecutores, intelectuales y directos, nunca han sido juzgados.

[8] Francisco Alberto Caamaño Deñó, nació en San Juan de la Maguana el 11 de junio del 1932 y falleció en la Cordillera Central el 16 de febrero del 1973. Durante la Revuelta y la Guerra Patria del 1965, en contra de los interventores yanquis, por mandato del Presidente Legal, Juan Bosch, depuesto mediante un golpe de Estado, asumió la Presidencia de la República, y lideró. Finalizada la contienda, durante la subsiguiente dictadura de los doce años de Joaquín Balaguer, se alzó en armas en defensa de la democracia. Fue apresado y fusilado sumariamente al norte de Playa Caracoles, en el sur de la Isla. Nunca se juzgó a sus verdugos intelectuales y materiales.

[9] Narcisazo, Narciso González, fue mi alumno en la Escuela de Arte Escénico de Bellas Artes y chispeante amigo durante las noches bohemias del final de la dictadura trujillista y los momentos subsecuentes. Después de la Contienda de Abril del 1965 él continuó Políticamente activo en contra de Joaquín Balaguer. Por querer ser voz de los que no tienen voz, el 26 de mayo de 1994 desapareció luego de publicar “10 pruebas que demuestran que Balaguer es lo más perverso que ha surgido en América”. A pesar de las numerosas pistas nadie ha sido seriamente interrogado al respecto, y se ha llegado a la falacia de que aquel espíritu positivo y luminoso se suicidó.