La Puerta De Cholo

Detrás del Telón

Por: Iván

CHISPAS DE HISTORIA

En la entrega anterior nos referimos a la literatura dramática desarrollada en los primeros tiempos de la tiranía trujillista y al importante hecho de la creación del “Teatro Escuela de Arte Nacional” bajo la dirección del español Emilio Aparicio.

Según es opinión bastante generalizada esta institución fue una especie de regalo del “Generalísimo” al refugiado español por haber éste dirigido una obra que firmaba María Martínez, “Falsa Amistad”. Se dijo que las letras iniciales del título: “F A”, correspondían a un acróstico de “Fue Almoina”.

Este escritor vasco, José Almoina, otro de los que vinieron desde la península ibérica huyendo de Franco; además de profesor, fungía como preceptor de Ramfis, hijo mayor de Trujillo. A él se le atribuye también un libro de pensamientos firmado por la “primera dama” titulado “Meditaciones Morales”, bastante mediocre por cierto. Pero esta paternidad antes de creerse a pie juntillas deberá investigarse, aunque resulta virtualmente imposible que la agraciada pseudo-dramaturga pudiera escribir algo más complejo que una carta familiar.

Lo otro, el presunto premio de Aparicio, pienso yo, que al igual o mejor puede tener otra lectura menos denigrante.

Una de las características de esa etapa del trujillato fue la creación de importantes organizaciones artísticas como la Orquesta Sinfónica, lo que funcionó como Academia de Artes Plásticas y otras, sin que éstas tuvieran nada que ver con agradecimiento por un trabajo específico.

Podríamos discutir que todo el movimiento fue producto de la megalomanía del gobernante o que simplemente constituyó el aprovechamiento por éste de la oportunidad que ofrecía la “Guerra Civil Española”; pero reducirlo a un simple galardón de amor a su esposa me resulta poco probable.

Esto me sabe un tanto a intentar reducir aviesamente la importancia de una institución la cual, como veremos más adelante, significó tanto en el desarrollo teatral dominicano.

Hasta la próxima semana.