Detrás del Telón
Por: Iván
CHISPAS DE HISTORIA
En el período de la primera Invasión norteamericana, el teatro es vuelto a usarse con intención política, con marcado sabor localista y/o antimperialista. Entre ellos destaca: Rafael Damirón, con una producción considerable.
Otros nombres son: Ricardo Pérez Alfonseca, Apolinar Perdomo, Enrique Montaño hijo, Félix Sauri, Salvador Sturla, Porfirio García Lluberes, Domingo Villalba, Luis Eduardo Betances, Federico Bermúdez, Roberto Mateizán, José Narciso Solá, Fabio Fiallo, el español Juan José Llovet, Julio Arzeno, Aquiles Zorda y Fernando Arturo Pellerano. Todos ellos además de las obras con aliento social, escribieron comedias y un teatro algo intimista.
A pesar de ser un tiempo corto: 1916 / 1924; apenas unos ocho años, su importancia es vital para nuestros buenos recuerdos, ya que durante éste se ejerció de nuevo el amor libertario de los teatristas dominicanos, rodeado en la ocasión de grandes vicisitudes y peligros.
El Solá que aparece en la lista es el padre de nuestra gran Monina, testimonio viviente del talento femenino de nuestras tablas.
Para esa época. Pedro Henríquez Ureña, con su obra “El Nacimiento de Dionisos”, presenta el tema griego, que muchos años después tendrá un fuerte.
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